Tradicionalmente, cuando alguien quería comprar un coche, lo que hacía era irse hasta un establecimiento de compraventa. Allí veía los vehículos expuestos y elegía el que más le gustaba. Si quería hacer una prueba dinámica, el vendedor sacaba el automóvil de la exposición y se iban juntos a dar una vuelta.
Este sistema de venta se basaba sobre todo en la confianza que generaba un establecimiento comercial abierto al público (lo cual nunca ha sido óbice para que en este tipo de locales se lleven a cabo estafas).
Frente a la venta en un lugar físico, los clientes siempre han mirado con un cierto recelo las operaciones llevadas a cabo por un particular o por un profesional que no dispone de establecimiento físico.
Las trabas a las ventas por Internet
La situación parece estar cambiando gracias a Internet. Si otro tipo de compras como los electrodomésticos o los muebles se hacen por Internet, ¿qué es lo que impide realizar la venta de un coche a través de Internet?
Desde hace años se dice que los vehículos no se pueden vender online porque los clientes necesitan ver físicamente y probar el automóvil que quieren adquirir. El mismo problema expresaban los vendedores particulares que querían deshacerse de sus coches, ya que ningún profesional valoraría su coche sin haberlo visto antes.
Por eso es muy positivo que empresas como Clicars hayan dado un paso adelante en este aspecto, a la hora de eliminar las restricciones físicas en la compraventa de vehículos.
Cómo funciona Clicars
Si eres un particular que quiere vender su coche, obtendrás una tasación online aproximada. Pero si la transacción te interesa, un tasador de Clicars se personará hasta el lugar donde se encuentra el coche para confirmar que realmente cumple con las expectativas y requerimientos exigidos por la empresa.
En caso de que el coche le cuadre a Clicars, el tasador que se ha personado en el domicilio del cliente está habilitado para pagarle a ese vendedor el precio pactado.
Pero lo que más puede interesar a los lectores de MotorPro es el punto de vista de la venta, que es donde siempre han residido las mayores trabas.
En ese caso, el cliente lo que hace es navegar por la web de Clicars en busca del coche deseado. Hasta aquí nada raro, ya que muchos compraventas anuncian su stock en Internet. La diferencia empieza, no solo en la calidad de los coches ofrecidos –seminuevos con pocos kilómetros, certificados por entidades independientes–, sino en la ausencia de instalaciones físicas en las que mostrar el coche.
Cuando el comprador quiere ver físicamente el coche, o quiere darse una vuelta con él, un empleado de Clicars se persona en el domicilio para realizar la prueba dinámica y que el cliente se quede completamente satisfecho antes de formalizar la compra.
Las ventajas de vender coches sin concesionarios físicos
Este modelo de negocio tiene unas cuantas ventajas.
La primera de ellas –la más obvia– es la reducción de costes que implica no necesitar un establecimiento abierto al público, con las consiguientes facturas de electricidad, climatización, limpieza, alquileres,…
Por otra parte, gracias a esta nueva forma de vender en la que el concesionario cierra sus instalaciones físicas para convertirse en un compraventa “virtual”, se accede a otros tipos de clientes que tienen poco tiempo para buscar coches por los concesionarios, pero que son nativos digitales, acostumbrados a hacer todas sus compras por Internet.
Es obvio que para conseguir la confianza de la gente, el proceso de venta debe ser completamente transparente para los clientes. Por eso este sistema funciona mejor con vehículos bastante nuevos, con pocos kilómetros, con todo el mantenimiento documentado y libres de accidentes.
Incluso así, si el cliente no está completamente satisfecho, en Clicars se comprometen a devolver el dinero pagado por el cliente, siempre que el desistimiento se efectúe en los siguientes 7 días desde que se cerró la operación o que el coche no haya rodado más de 1.000 kilómetros.
Este modelo de negocio no solo está funcionando positivamente en España –donde Clicars está realizando muy buenas cifras de ventas– sino que en Estados Unidos hay varias start-ups similares, imbuidas del mismo espíritu de transparencia y facilidad para hacer todas las transacciones digitalmente.