Parece ser que la percepción el vendedor de coches por parte de los clientes es un común denominador en varios países, no solo en España.
Navegando por la red y viendo cosillas me he encontrado con algo que pensaba, era único en España por esa forma de ser que tenemos, pero no, no es así. Me refiero a la percepción que tiene el comprador de coches de los vendedores. Parece ser que los compradores de fuera de España tienen la misma percepción que los de aquí: el vendedor nunca es de fiar y dirá cualquier cosa con tal de vender.
Es bastante llamativo que dicha percepción de un vendedor de coche sea general y no solo propia de nuestra ‘piel de toro’, pero si te paras a pensar, es objetiva. Las tácticas de ventas que se han usado, y aún se siguen usando, se basan principalmente en la presión y el control del cliente, además también se tiene la idea de que los concesionarios inflan en exceso los precios de fabrica para sacar dividendos y que mienten tanto en el kilometraje como en el uso que ha tenido el coche a vender en caso de ser usado.
El problema es que muchos concesionarios siguen usando la táctica de la presión al cliente porque es ‘lo que siempre se ha hecho’ y no parecen tener intención de cambiar, lo que sumado a lo anterior, impide que la mala reputación sea eliminada y por tanto, la confianza del público no llegará nunca. Mientras los compradores sigan creyendo que los vendedores son tramposos y mentirosos, seguirán visitan las tiendas con las defensas en alerta máxima.