Si tuviéramos que elegir un fabricante que sea innovador, atrevido y diferente al resto, la elección sería sin duda Citroën. Los franceses se han distinguido durante toda su historia por sus productos, cargados de innovaciones y con soluciones y diseños que han encontrado seguidores y detractores por igual. Una forma de trabajar muy particular que se ha multiplicado exponencialmente cuando decidieron convertir el sello ‘DS’ en una marca por derecho propio. Así, en 2014, DS Automobiles pasó a ser la división premium de Citroën y, en 2018, a ser la marca más tecnológica y con mayores ambiciones de todo el grupo PSA (por entonces, Peugeot y Citroën, actualmente también Opel y la mencionada DS Automobiles).
Los comienzos de la marca fueron, por decirlo de alguna manera, tímidos y renqueantes. Sus modelos, a excepción del DS 5, se parecían en exceso a los coches de Citroën e incluso compartían concesionarios, una situación que no permitió que se tuviera el éxito que se esperaba. De hecho, mantenían el emblema de Citroën en el frontal, algo que a un comprador de coches premium no gustaba demasiado. El segmento de la alta gama es muy sensible a la imagen de marca y la compañía francesa no cuenta con ella a estos niveles.
La tecnología como característica más notable

Sin embargo, sus coches actuales nada tienen que ver con Citroën, son sumamente tecnológicos y todo un éxito de ventas. Lo contaba el consejero delegado de DS Automobiles, Yves Bonnefont, durante una entrevista para ABC en el mes de enero:
“Anunciamos la creación de la marca a mediados de 2014. Desde entonces nos pusimos a trabajar para poner en el mercado un vehículo que fuera 100% original DS. Hemos tardado entre tres y cuatro años en conseguirlo con el DS7 Crossback, que llegaba a los concesionarios en 2018. además, el vehículo llegaba acompañado de la implantación del servicio ‘Only You’, que es una oferta al cliente para facilitarle todo lo relacionado con su coche. Podemos decir que realmente 2018 es el año cero de la marca, el año en el que realmente todo estaba preparado para competir en el mercado. y los resultados han sido muy buenos, en 2018 logramos vender 53.265 vehículos, un 0,8% más que el año anterior. Un crecimiento al que ha contribuido de una forma importante España, que ha tenido una mejora en las ventas de un 17,7%, que es un magnífico dato”.
Ese coche, el DS7 Crossback, se posicionó como un modelo muy avanzado tecnológicamente y por supuesto, muy innovador tanto en diseño como en soluciones. Por ejemplo, destacan las luces LED con forma de diamante giratorias de los faros delanteros, que son únicas en la industria o la posibilidad de equipar uno de los sistemas de suspensión más evolucionados de cuantos hay en el mercado, totalmente adaptativo y de funcionamiento predictivo y anticipativo. Un portento tecnológico muy alabado por la prensa especializada, que se ve acompañada por el lanzamiento de la versión ‘E-Tense’, con motor híbrido enchufable de 300 CV, 58 kilómetros de autonomía eléctrica y un consumo homologado, según ciclo WLTP, de 1,4 litros cada 100 kilómetros. El tope de gama y una de las versiones más importantes ya que uno de los objetivos de DS Automobiles es la electrificación.
Paso firme hacia la digitalización y el cliente como centro de la experiencia

Resumiendo, DS nació con un pié en el futuro del automóvil, con plena adaptabilidad y las miras puestas en el mundo digital. De hecho, han publicado un comunicado que representa un paso más en la evolución de la marca y ofrece un ejemplo de hacia irán el resto de fabricantes, o al menos, hacia dónde podrían ir. Según el comunicado “la era 4.0 no sólo supone una nueva revolución industrial que integra aspectos como la conectividad, el uso de la inteligencia artificial o la gestión de ‘big data’ en los procesos de producción, también conlleva una transformación del punto de venta, que integra tecnologías con grandes posibilidades, como realidad virtual”.
DS automobiles pone en funcionamiento un nuevo servicio, totalmente digital, donde el cliente es el centro de todo el proceso de venta. Un sistema basado en tecnología 3D y realidad virtual desarrollado por Dassault Systèmes a través del cual, cualquier cliente puede interactuar con el coche como si fuera un concesionario convencional (abrir puertas, sentarse en los asientos, ver coche desde todos los ángulos…), pero gracias a este servicio y con un simple gesto, se puede cambiar el color de la carrocería, el diseño de las llantas o la tonalidad y el tipo de tapicería. Recibe el nombre de ‘DS Virtual Vision’ y se ha presentado en la IV Jornada de Transformación Digital de la Cámara Franco-Española de Comercio e Industria.
Básicamente, DS busca colocar al cliente como el centro de todo, ofreciendo mediante realidad virtual la posibilidad de personalizar e interactuar con el coche como si lo tuviera delante. Un paso hacia el concesionario del futuro, donde la experiencia de compra estará por encima de la propia adquisición del coche.